sábado, 22 de mayo de 2010

cae el sol,y aun sigo soñando,cae el sol y no te puedo encontrar...




He venido caminando desde el cielo, que por la noche ha dado a luz al mar.
Son culpables las estrellas de coleccionar, una a una las lágrimas y juntarlas en un mismo lugar.
¿A dónde ha ido la melancolía?
¿Qué será de los humanos si les han robado el llorar?

Llora el mar de día. El día que la noche conquista. Llora de noche el mar. Llora inconsolablemente, por toda la humanidad.

nada es como pensaba que sería. Lo liberador aterroriza. La fragilidad de la calma despierta por las noches asfixia. No hay bien, no hay mal, no hay más allá. Existimos inexplicablemente, sorprendentemente. Observo, el girar del amanecer al anochecer. Los días, que afortunadamente terminan. Las noches, que ofrecen constelaciones. Caemos cada vez más rápido, solos, la atracción del final que agradeceremos. La soledad es primero, luego, el acompañamiento, le miento, me miento.

El cielo se funde en el mar desde que el horizonte ha renunciado a su responsabilidad. Que mueran de una vez las estrellas agonizantes, que lloren en otro lugar. Cientos de miles de vientos que sobre nosotros murmullan secretos desde las alturas. Miradas que son caminadas por almas que extrañan.

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