lunes, 20 de julio de 2009

MIRADAS







Hay miradas que duelen, otras que curan.
Hay miradas dulces, y transparentes, las hay chispeantes, y también prometedoras. Hay miradas que lo dicen todo.
Y hay miradas que nos seducen en el placer. Hay miradas tristes
Hay miradas fugaces como una estrella, que duran un pestañeo, y otras
largas y profundas que cuesta mantener.
Hay algunas miradas que atrapan, que sujetan, que no te dejan ir. Hay miradas que simplemente ven el oleaje y otras que bucean en lo más profundo del mar.te desnudan el alma, y en las que uno quiere sumergirse para siempre.
La mirada es selectiva, se concentra en un punto de interés. El que mira es el juez que califica, el deseo que desea. Como un imán ocular atraído por fuerzas que sólo Eros comprende y controla a su voluntad, nuestra vista se posa en ellas con la sublime pretensión de apropiarnos de lo que vemos.

Nuestra mirada puede detenerse en su rostro que incluye inevitablemente la boca y sus labios, pasear por su cabello y descender por su cuello.

Miradas que matan.
nosotras las mujeres hablamos con la mirada. Podemos mirar discretamente, como sin querer, de reojo; mostrar un parpadeo nervioso; mirar por un momento y luego con aire distraído voltear a otro lado; sostener la mirada como un desafío; sutilmente invitar; traslucir en sus ojos cierta complicidad; exponer el corazón; reflejar el cielo; despertar pasiones insospechadas e incontrolables.

1 comentario:

Anónimo dijo...

la mia es la mejor!! jajaja