lunes, 29 de diciembre de 2008

año nuevo 2009


No hay propósitos este año.
Sólo una lista de cosas, de acciones, de tareas que debo hacer. ¿Porqué? Porque ya estoy cansada de no hacerlas y de lo que significa relegarlas. Este 2008 me dejó agotada en todos los aspectos. Y no estoy dispuesta a que 2009 empiece así.
Aprendí muchas cosas, a la buena y a la mala. Me desencanté de muchas otras. Lloré como jamás lo hice. Sufrí muchísimo. Me caí en varios momentos. Me levanté en algunos otros. Encontré cosas que nunca pensé que tuviera dentro. Buenas y malas. Me vi en el espejo y no me reconocí. Estuve cerca de muchos balcones. Me aislé. Retrocedí. Me encerré. También salí. Reí, pocas pero significativas veces. Amé hasta que dolió. Odié hasta que dolió. Quise desaparecer. Me arrepentí. Entendí muchos clichés. Pedí perdón. No comprendí muchas cosas. Me empeñé en encontrar cosas que nunca me imaginé encontrar.
Ahora es momento de entender quién soy, qué quiero, hacia dónde voy. De enterrar por fin todos los miedos, todas las angustias, todos los corajes, la ira, la desesperación. Quiero saber quién soy. Conocerme. Quiero vivir. Quiero amar. Aunque a veces duela. Quiero verme en ese libro que en el fondo siempre he tenido claro, y quiero verme como lo que soy. Su protagonista.
Mi único deseo es que no sea demasiado tarde. Que este 2009 sea un mejor año. Que no me trate tan jodidamente mal como este 2008 que termina. Que toda mi gente tenga salud y amor. Y que, dado el panorama general que se ve del mundo entero, al menos nos demos cuenta que la luz que emitimos, positiva o negativa, sí hace una diferencia en nuestro entorno.
Este año conocí mi lado más oscuro.
Es tiempo de conocer el lado brillante.

lunes, 8 de diciembre de 2008